El Real Madrid conquistó su triunfo más sufrido de la temporada en el Santiago Bernabéu, para mantener el pulso con el Barcelona, en un duelo repleto de sufrimiento ante un rocoso Sevilla, en el que pagó la baja de Xabi Alonso y que decidió un gol milagroso de Ángel Di María en inferioridad numérica.
La ausencia de Xabi Alonso era un duro trago de digerir por el Real Madrid. José Mourinho lo sabía y pidió el apoyo del Santiago Bernabéu. Hacía falta el aliento ante la pérdida de un jugador imprescindible. Si en el histórico Barcelona Xavi marca un estilo, en el conjunto madridista es Alonso quien maneja los tiempos. El medio centro es una demarcación vital en el fútbol actual.
La apuesta de Mourinho fue tan rocosa como la de Gregorio Manzano. El Sevilla planteó un muro con la dureza de Konko, Zokora y Romaric. Ante ellos 'Lass' Diarra y Khedira. La lucha estaba tan garantizada como la ausencia de juego. Un encuentro plomizo asomaba por el Bernabéu que debían decidir las individualidades.
La ausencia de Xabi Alonso era un duro trago de digerir por el Real Madrid. José Mourinho lo sabía y pidió el apoyo del Santiago Bernabéu. Hacía falta el aliento ante la pérdida de un jugador imprescindible. Si en el histórico Barcelona Xavi marca un estilo, en el conjunto madridista es Alonso quien maneja los tiempos. El medio centro es una demarcación vital en el fútbol actual.
La apuesta de Mourinho fue tan rocosa como la de Gregorio Manzano. El Sevilla planteó un muro con la dureza de Konko, Zokora y Romaric. Ante ellos 'Lass' Diarra y Khedira. La lucha estaba tan garantizada como la ausencia de juego. Un encuentro plomizo asomaba por el Bernabéu que debían decidir las individualidades.
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